El discurso de la Presidente Chipman en la Reunión Sacramental
Gracias por estar aquí con nosotros hoy día.
En nuestra misión, llamamos las primeras bancas en la reunión sacramental las “Bancas de
Conversión.” Y nuestros misioneros, los que están con nosotros hoy día, son muy obedientes y
se sentaron en las “bancas de conversión.” Amamos a ellos mucho.
También, estoy agradecido que el barrio está transmitiendo esta reunión con otros por medio de
zoom. Teníamos más o menos 500 misioneros durante los tres años en la misión. Algunos de
los retornados están con nosotros hoy día por medio de zoom.
Puedo resumir mi experiencia como lider misional con un versículo de las escrituras: “Aprenda
sabiduría el ignorante, humillándose y suplicando al Señor su Dios, a fin de que sean abiertos
sus ojos para que él vea, y sean destapados sus oídos para que oiga.”
No puedo compartir todo lo que aprendí porque la experiencia fue demasiado grande,
complicada, y profunda. Si tuve 8 horas, podría hacerlo. Pero hablar por 8 horas no haría feliz
a nadie, verdad? Asi que, hablaré de sola algunas cosas.
Primero, tengo un mensaje a los que están buscando a Dios en sus vidas. Estoy hablando a
los que todavia no han encontrado a Él, y a los que sientan lejos de Él, y a los que no confían
en Él, y a los que sientan que Él no está involucrado en sus vidas.
Mi mensaje a este grupo de mis hermanos y hermanas se demuestra en una historia del
Antiguo Testamento. El Campo de Israel estaba en el desierto. Entraron serpientes veninosas
y empezaron a morder y matar a la gente.
Moisés se turbó y pidió ayuda del Señor. El Señor dirigió que Moisés hiciera una serpiente de
bronce encima de una posta, y que Moisés pusiera esta posta y serpiente de bronce al frente
de la gente. Moisés prometió a la gente que si miraron a la serpiente de bronce despues de ser
mordido por una de estas serpiente venenosas, que ellos sería sanos por el poder de Dios.
Muchos miraron a la serpiente de bronce y fueron sanados. Pero muchos no lo miraron y
murieron. Estas personas que no miraron no fueron malas. El Libro de Mormón dice que ellos
no creyeron que mirar a la serpiente de bronce podía sanarles. Esencialmente decían:
"Moisés, esa es una gran serpiente de bronce. Lindo. Pero tengo serpientes a mi alrededor. No
tiene idea de cómo es. Necesitamos algunas resoluciones serias. Tenemos un problema
complicado. Necesitamos una solución complicada.
Asi que, esta historia demuestra bien el primero principio que aprendí y que quiero compartir
con ustedes. Queremos que Dios mate las serpientes en nuestras vidas. Pero, Él quiere que
vengamos a Él para que Él pueda sanarnos de las serpientes. La vida es complicada y
desordenada. Cuando vengamos a Cristo, en la manera de Él, no la nuestra, Él puede
sanarnos y fortalecernos. Para no gastar tiempo, voy a mezclar algunas escrituras en
una—son invitaciones de Cristo a nosotros cuando sentimos lejos de él:
Venid a mi todos que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Allegaos a mi, y yo me allegaré a vosotros
Buscadme diligentemente y me hallaréis; pedid y recibiréis; llamad, y se os abrirá.
Soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas.
No os volveréis a mi ahora, y os arrepentiréis de vuestros pecados, y os convertiréis para que
yo os sane?
Venimos al Salvador en la manera de ÉL, no la nuestra. Lo hacemos por medio de su Doctrina.
Obtenemos acceso al poder redentor de Cristo cuando ejercemos fee n Él para
arrepentimiento.
Les comparto algo que me ha ayudado mucho en mis esfuerzos a venir a Cristo en la manera
de Él. Cuando yo he sentido lejos de Dios o enfocado solo en mis problemas, me he
preguntado a mí mismo, “Cuando oro, oro para orar nada más? O oro con verdadera
intención”?
“Leo las escrituras para leerlas nada más, como una tarea? O lo estoy haciendo con verdadera
intención?”
“Vengo a la reunión sacramental sin pensar mucho en la Santa Cena? O vengo a la reunión
sacramental a tiempo para participar intencionalmente de la Santa Cena como una ordenanza
gozosa y llena de esperanza?”
“Adoro en el templo regularmente?”
Cuando yo hago estas cosas pequeñas y sencillas intencionalmente, en la manera de Dios, no
la mía, el me sana de mis serpientes. Y paso a paso, Él me trae a Él. Tengo un testimonio que
Él es real. A los que sienten alejados de Dios, les invito a venir a Él. Ejerzan su fe en Él para
arrepentimiento y Él les sanará.
No sabía lo que la Hna Chipman iba a decir en su discurso, y me encantó lo que dijo a cerca de
nuestros misioneros. El Segundo principio que quiero compartir hoy día tiene que ver con el
progreso espiritual que vimos en las vidas de los misioneros. Hace unos meses, durante una
entrevista conmigo, una de nuestras Hermanas me contó una experiencia que ella tuvo. Ella
me contó que estaba en la casa una noche de un amigo, con su compañera. El amigo (o un
miembro de su familia, no me acuerdo ahora) estaba enfermo y necesitaba una bendición del
sacerdocio. Ella me dijo que ellos llamaron por teléfono a un compañerismo de Elderes para
venir y administrar la bendición. Ella me dijo, “Presidente, cuando los Elderes entraron la casa,
sus rostros brillaban de luz y gozo. Pude verlo.” Entonces, esta Hermana misionera me dijo,
“Presidente, yo quiero esto. Yo quiero esta luz. Yo quiero este gozo. Yo la quiero.” Ella todavía
está en la misión. Han pasado algunos meses desde aquella entrevista con ella. Ella ahora
tiene esta luz. Otros la vean en ella.
Esto es parte de lo que significa la escritura, “Yo soy la luz resplandece en las tinieblas, y las
tinieblas no las comprendieron.” Hay una realidad de tinieblas en el mundo. En nuestra misión
la llamamos “la realidad de la calle.” Pero, hay otra realidad. Jesús es real. La luz de Él brilla
a pesar de las tinieblas. Esto ocurre cuando venimos a Él en la manera de Él.
Finalmente, compartiré con ustedes algo sobre lo que dijo la Hermana Chipman acerca de
cómo Dios magnifica nuestros esfuerzos y nos trae milagros.
Para mí, la misión fue Éter 12:27 en repetición, una y otra y otra vez. Por fin entiendo esa
escritura. Cuando nos acercamos a Él, nos estira, porque es un Dios de alto amor y altas
expectativas. Y cuando somos estirados, no hay lugar para esconderse. Así que nuestras
debilidades salen a la luz, y nos vemos obligados a huir o a humillarnos ante Él y ejercer fe en
Él. Repetir, repetir, repetir durante tres años. Esa fue mi experiencia.
Había en nuestra misión 12 estacas. Muchos de ustedes no saben que es un “distrito” de la
Iglesia, pero había 3 distritos en la misión. Fue demasiado. Fue imposible para nosotros.
Entonces, primero, Dios nos envió ángeles—Carrie Hachtel, Missy Morgan, Hermanas Gomez-
Weakley y Gutierrez (todas ellas ayudando a nosotros virtualmente desde Colorado. Ellas
salvaron nuestra misión y salvaron a nosotros. Y, también, Dios nos enviaron misioneros
matrimonios. No había misioneros matrimonios en nuestra misión por muchos años antes de
nuestra llegada. A pesar de esto, Dios nos envió los Maxfields. Ellos fueron “game changers”
y “salva misiones.” Despues de ellos llegaron los Van Dusen, y los Oteros, y los Rodriguez, y
nuestros queridos amigos los Bertoch. Recibimos bendiciones de los cielos de cada uno de
estos compañerismos.
Pero más allá de eso, puedo dar testimonio como testigo presencial, no sólo de los cambios en
nuestros misioneros, no solo en la ayuda que recibimos de los misioneros mayores que
sirvieron con nosotros, pero también de la guía y la ayuda que recibí como presidente de
misión directamente de Dios.
Por ejemplo, los misioneros nos decían a menudo cuánto amor sentían de nuestra parte. Un
amor profundo por nuestra parte. Es cierto que les amamos, pero no somos tan “awesome.” El
amor tan poderoso no vino de nosotros pero vino a los misioneros de Dios a través de
nosotros. Y este amor era poderoso.
Creo que yo di mas que 200 discursos durante los domingos de la misión y que entrevisté a
misioneros más que 4,000 veces. Mentiría si les dijera que sentía fresco y despierto para cada
una de estas entrevistas. Hubo momentos en los que yo estaba completamente agotado,
espiritualmente, físicamente y emocionalmente, y me enfrentaba a una lista de como veinte
entrevistas. En esas circunstancias, yo diría a Dios, “Padre Celestial, el éxito de estas
entrevistas depende de ti, porque hoy no tengo nada para ofrecer a estos misioneros.” Y
entonces, varias horas después, despues de las entrevistas, saldría de esas entrevistas
asombrado de Él. Por qué? Porque durante estas entrevistas, yo citaría bendiciones
patriarcales sin saberlo. Y compartiría con los misioneros escrituras y pensamientos que no
eran míos. Experimenté milagros en estas entrevistas. Si alguno de ustedes todavía duda de
que existe un Dios, soy testigo ocular de estos acontecimientos. Yo estuve allí. Ocurrieron. Él
es real. Él ama a sus misioneros. Sentimos el mismo amor divino por los que fueron
reasignados a misiones de servicio. Dios ama a ellos y les guía.
Yo sé que Padre Celestial y Jesucristo vive. Yo sé que esta es su Iglesia.
Somos bendecidos con la Asistencia aquí en la capilla de algunos de nuestros misioneros.
Había más o menos 500 misioneros, y 180 de ellos todavía están en la misión. Los demás han
regresado a los Estados Unidos, Canadá, Perú, Bolivia, México, Ecuador, Colombia, Honduras,
Guatemala, Argentina, la Republica Dominicana. Algunos de ellos están con nosotros por
medio de zoom. Entonces, tengo un mensaje para ellos [mensaje hecho a ellos en español]
Hermanos y hermanas, estamos agradecidos estar aquí con ustedes. Les agradecemos por su
paciencia con nosotros. Estamos agradecidos por la oportunidad de compartir nuestros
mensajes hoy día. Decimos estas cosas en el nombre de Jesucristo, Amen.